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lunes, 3 de septiembre de 2012

3.3.2... De la Lesa Humanidad, a la Humanidad


De la Lesa humanidad, a la humanidad

En Mayo de 1976, dos meses  después del golpe de estado a Isabel Perón, se instala en la Escuela de Mecánica de la Armada el grupo de tareas 3.3.2

Este grupo, opero  bajo el  ámbito de la armada Argentina, aunque  de él también participaron miembros de las  otras fuerzas armadas y seguridad, integrando un aparato no  solo represivo, cuyos  objetivos eran el secuestro, tortura y  asesinato, sino también el robo de los bienes de los detenidos y la  apropiación de sus  bebes.  Todos  estos actos ocultos en la clandestinidad absoluta y violando los códigos de conductas  humanas  fueron llevados a cabo con el aparato montado  desde el estado Argentino.
Para llevar adelante las operaciones se utilizaron varios edificios del predio, el cual siguió  funcionando como escuela de suboficiales de la armada  Argentina.   El más importante  edificio  utilizado  fue el casino de oficiales, donde tanto en su sótano como en el altillo se  alojaba y torturaba a los secuestrados, los cuales  luego de un determinado tiempo eran  trasladados  en los famosos  vuelos de la muerte; una brutal  forma de asesinar a los detenidos  arrojándolos con vida  al mar desde aviones.

Del grupo de delincuentes  el que llego a destacarse a  nivel mundial  fue Alfredo Astiz, conocido como el ángel de la muerte, Minio o  ángel rubio; su fama es  superior  incluso a la que obtuvieron los comandantes de las  tres juntas que gobernaron durante el  Proceso de Reorganización Nacional; un  proceso que trato de ocultar los desmanes y la entrega del país a  los poderes mundiales  detrás de palabras  como  patria y  nacionalismo, cuando en realidad no  fueron  patriotas o  nacionalistas sino  simples  serviles que cuando   tuvieron la oportunidad de demostrar el lema “Dios, Patria o muerte”  en la verdadera defensa  nacional  se  rindieron como corderos, no sin antes hacer que simples soldados de 18  años  murieran por ellos.  Este es el   caso  de este  marino,  emblema de  terrorismo de estado,  y   paradójicamente  una  pieza  fundamental  de la armada  Argentina en el complejo Conflicto Malvinas.

En 1981   el  almirante  Anaya  asume el comando de la Armada   Argentina,  paralelamente al  apoyo de la operación  del  chatarrero  Dadivof ,  remplaza a la dotación de científicos civiles que instalarían una estación en las Islas Georgias de sur,  por  miembros de la agrupación comandos  anfibios y buzos  tácticos  entre los cuales se encontraba el “Ángel Rubio”; este  grupo  comenzó a entrenar en san Fernando y luego en la isla grande de tierra del Fuego  y  fue conocido como el grupo ALFA. En Marzo  de 1982, cuando  los incidentes entre los científicos  civiles Ingleses y los  chatarreros activaron la maquinaria bélica en el Atlántico Sur,  los comandos de la armada ya estaban allí y  fueron los responsables de la reacción de los ingleses.   El 03 de Abril cuando los infantes de marina, en su mayoría soldados conscriptos, estaban desembarcando para  reducir la dotación de infantes de  marina ingleses, los comandos de Astiz no tomaron parte de las  acciones y solo desembarcaron cuando los ingleses se rindieron. 

Ese día  hubo tres muertes en la toma de las Isla Georgia  del Sur, dos de ellos  soldados de 19  años que   llegaron a la  zona de operaciones en condiciones de combate disminuidas  después de tener una travesía con una fuerte  tormenta, a pesar de esto, del bajo poder de combate, se opto por enviarlos a ellos y no a los profesionales.  Quizás esto  pase desapercibido en  el  contexto del conflicto a  no ser por el hecho de que 23  días después, el 26 de abril, cuando los  SAS   Ingleses  retoman Georgias del Sur, Astiz y  su grupo se entrego sin  ofrecer  resistencia, sin utilizar su  armamento y  con todo su poder de combate intacto,  sin lugar a dudas una  muestra cabal de las  aptitudes  especiales de estos  bravos combatientes que lo único que  demostraron es poder “Combatir” a mujeres  indefensas  en la represión, y no  dudar en utilizar a soldados con solo dos meses de instrucción para combatir a profesionales ingleses  mientras ellos  miraban desde la seguridad como era derribado su  helicóptero  y se los  mataba.

Georgias fue el único punto defendido solo por profesionales, buzos tácticos y comandos  anfibios, a pesar de ello, fue el punto que  menos resistió y se entrego sin combatir. Tuvo  4  muertos,   dos soldados conscriptos y un cabo de la guerrico  en 3 de Abril, el  último fue  Felix  Artuso en un intento de hundir el submarino   Santa Fe;  todos  ellos cumplieron acabadamente con su  deber, no así la dotación que quedo allí  entrenada  específicamente para  “combatir”
Al final de la dictadura, el frágil  inicio de la democracia   comienza a juzgar a los  responsables del terrorismo de estado en la Argentina.   Se comenzó con la junta de comandantes y  luego con este tipo de genocidas; lamentablemente en la década del 80 y 90 se indulto a estas bestias, incluso la armada Argentina les dio destinos en  Europa.  Esta falta de justicia tiene como explicación la aun fuerte estructura  militar y del aparato represivo, no solo en la argentina, sino también en toda la región. Con el afianzamiento de las instituciones y la nueva conciencia en materia de Derecho humanos,  sumado a las alianzas  con otros  estados  en la realidad geopolítica regional ha posibilitado la continuidad de las investigaciones y el avance de los juicios  por delitos de lesa humanidad  los cuales ya han condenado y  penado a estos seres, paradójicamente  mediante los instrumentos legales que ellos les negaron a sus  víctimas.

La antigua escuela de mecánica de la armada, ESMA,   fue convertida durante la administración Kirchner en un emblema del  triunfo de los derechos humanos, de la vida sobre la muerte, de  la memoria sobre el olvido de lo  miles de   compatriotas, de todas las ideologías políticas, combatientes, amas de casa, profesionales, obreros, estudiantes  que  fueron  simplemente asesinados.   Allí  no solamente  existe el espacio para la memoria,  sino que se apuesta a la educación, a la investigación, el fomento  y la  divulgación  de los  derechos humanos.






































El presente  trabajo esta  en proceso de edición.

Casenave Hector //  Sudakka

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